La reflexión que quiero hacerles llegar es la siguiente: ¿Somos conscientes de las emociones que nos acompañan mientras comemos y en nuestro día a día?
Es importante pararse y preguntarse…¿Como con ansiedad, deprisa, triste, preocupado/a, contento/a…?
El primer paso para identificar el hambre física es tomar conciencia de cómo como, para qué como, dónde como, cuánto como …Son preguntas muy necesarias para centrarse en el aquí y en el ahora.
Estamos muy poco acostumbrados a diferenciar entre el cuerpo físico, mental y emocional.
Nuestro cuerpo físico efectivamente nos pide ejercitarlo,cuidarlo, alimentarlo con alimentos de calidad para crear salud, para crear un ambien alcalino. Imagen

Nuestro cuerpo mental tambien necesitamos alimentarlo, pero en este caso de pensamientos agradables, positivos. Es muy imporante parar y pensar ¿qué me estoy diciendo a mi misma? ¿ Son pensamientos que me acercan a mi objetivo de vida?.

Los pensamientos representan «nuestro mapa mental» junto con las creencias, los valores y el significado que atribuimos a las distintas experiencias a lo largo de la vida, todo ello determina nuestra forma de percibir el mundo y el entorno en que nos movemos.
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El cuerpo emocional habla por lo tanto de nuestras emociones. ¡Qué gran error esconder, tapar nuestras emociones!… ¡ya se me pasará!, ¡El tiempo lo cura todo!…etc etc

Pero…¿Qué son las emociones? Son respuestas psicofisiológicas, cognitivas y conductuales,un mecanismo regulador de adaptación que usa el cerebro para dar una respuesta organizada.
Se generan como respuesta a un acontecimiento externo o interno. Su función adaptativa para nuestra supervivencia.
No hay emociones positivas ni negativas son todas necesarias y sin ellas no podríamos vivir, ya que como hemos comentado, todas tienen un papel adaptativo para nuestra supervivencia.
Mi experiencia personal y seguro que de alguno de ustedes es que al principio puede que nos sintamos «mejor» no expresando esa emoción, pero tarde o temprano salen a la luz en forma de malestar, ansiedad, atracón por la comida…Imagen

Sí claro yo también a lo largo de mi vida he tenido momentos de esconder las emociones pues así parecía que me dolían menos, la realidad es que al cabo de años volvían a aparecer con más intensidad si cabe y ante un evento, situación, que a priori no tenía nada que ver con el conflicto inicial.
Mi aprendizaje a lo largo de estos años ha sido muy fructífero, agradecí tener esas emociones de tristeza, enfado ,rabia,¡¡ también alegria por supuesto!, porque comprendí que me estaban mandado señales de que las acogiera , les diera las gracias y empezara mi crecimiento personal.
Esta ha sido una de las herramientas que he utilizado en mi camino del crecimiento personal, entender el hambre emocional , por qué aparecía en mi vida y qué debía escuchar en mi interior. La meditación, comer consciencia, trabajar con grandes maestros del mindful eating, quererme y respetar mi cuerpo, entre otros, ha sido mi camino del entendimiento y aceptación.
Resumiendo toma consciencia de qué ocurre en tu cuerpo; si tienes hambre física come sentada, despacio, masticando,en silencio, tomando conciencia de la plenitud de tu estómago ¡Y PARA CUANDO TODAVÍA TE SIENTAS LIGERA!

Si tienes hambre emocional pregúntate… ¿qué estoy necesitando en este momento? ¿ qué necesidad no está satisfecha? y … ¡canta, baila, regálate un día sin hacer nada, regálate una buena peli, llama a algún amigo/a y alégrate del momento, mucha comprensión y GRATITUD!

LO VERDADERAMENTE IMPORTANTE NO ES EVITAR LAS SITUACIONES DE RIESGO SINO APRENDER A MANERJARLAS
Un abrazo con salud
Carmen Cuadra tu enfermera-dietista y coach nutricional